A PERRO FLACO, LATOCAN VUELVE A PERDER
PULGAS, GARRAPATAS, ACARROS Y PARÁSITOS, MUCHOS PARÁSITOS
Nada que decir ni que recriminar a los latoquianos y a la cheerleader que, el sábado, olvidaron el clásico y se presentaron en el campo con la intención de curar y desparasitar a Latocan de su infección. Una pena, no lo consiguieron.
Y no fue por falta de ganas y empeño, ni si quiera por falta de oportunidades. Los que estuvieron jugando se dejaron el alma. Se pusieron el mono, cogieron los desinfectantes y los insecticidas y se prepararon para la limpieza. Pero nada, los males de Latocan se han instalado en su organismo como parásitos que no hacen más que chuparles las fuerzas y las ganas de fútbol. Parasitos que están pero que no se ven.
Esta vez si se jugó y se utilizaron las "pocas" armas que se tenían. El partido fue de tú a tú. Latocan mereció mucho más.
Se empezó perdiendo, aunque el equipo reaccionó y empató gracias a Gabi, con un zurdazo exquisito al palo largo según como venía el balón. Nada más conseguir el 1-1, Latocan encajó el 2º gol. Un gol de pardillos. Una falta en la frontal que Serinza sacó rápido sin que nadie lo evitara. Sin que nadie siquiera lo intentara evitar.
A pesar de ir perdiendo se plantó cara y fueron muchas las ocasiones que se erraron. Ocasiones delante del portero que acabaron con el muñeco malherido de los balonazos recibidos.
Cuando quedaban unos 5 minutos llegó el 3-1. Fue la puntilla para un equipo exhausto que echó de menos a los jugadores y goleadores de antaño. El 4-1 vino poco después un saque de banda y un remate al fondo de las mallas (especialidad latoquiana).
MUCHOS MARINEROS HAN COGIDO LOS BOTES SALVAVIDAS Y SE HAN ECHADO A LA MAR. ESTE CAPITÁN JAMÁS ABANDONARÁ EL BARCO MIENTRAS HAYA MARINEROS VALEROSOS.
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