Después de una pretemporada inexistente, un equipo recompuesto hasta de zarpar y multitud de personas que soltaron del barco, Latocan ha empezado con rumbo titubeante y desorientado.
En las dos últimas jornadas se vislumbra algo de luz en el horizonte. Eso sí, si no remamos todos en la misma dirección la marea nos arrastrará mar adentro, donde la tempestad nos sumirá en una travesía llena de desventuras.
Vamos marineros, ¡remad!
Rememos todos en la misma dirección con un objetivo claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario