DIARIO DE A BORDO

 

Querido diario de a bordo, recojo en ti la información recopilada hasta mitad de la travesía.

Cada jornada de navegación está siendo muy dura. El viento sopla en contra día tras día y las fuerzas de los marineros no son suficientes para remar. Desde proa hasta popa se oyen crujir las viejas maderas de "Latocan" debido al violento oleaje.

Hay marineros que han desertado y otros viejos lobos de mar que han vuelto a la tripulación. Cada vez nos quedan menos víveres en las bodegas pero todavía no está todo perdido.

Confío en esta tripulación y las bodegas pronto volverán a estar llenas. Estos marineros nunca saltarán por la borda, no abandonarán el barco ni a su capitán y aguantarán en sus puestos hasta que quede el último aliento de esperanza.

Es el momento de que cada marinero trabaje duro por el bien de la marinería y para que este viejo y cansado buque llegue a buen puerto:

¡TODOS A BORDO!

¡¡Levad anclas!! ¡¡Desplegad las velas!! ¡¡Tensad la de mesana!!  ¡¡Timonel todo a babor!! ¡¡Arranchad el cabestrante!! ¡¡¡Moveos bandada de vagos!!!

¡¡¡MALDICIÓN, QUE TRIPULACIÓN!!!